“Hace mucho, mucho tiempo, un anciano fue al monte para recoger la leña
y una anciana al rio para lavar la ropa”, casi todos los japoneses recuerdan
esta apertura de Momotaro , uno de los cuentos más populares de Japón.
Las leyendas relacionadas con Momotaro se hallan en varias regiones: Okayama,
Inuyama, Kagawa hasta Aomori en el noreste de la isla principal de Japón,
naturalmente conteniendo numerosas variaciones pero compartiendo un argumento
semejante: la anciana que recoge del río un gran melocotón del que aparece
un niño, Momotaro. Ya maduro, nuestro protagonista hace la expedición a
la isla de Oni (ogro en japonés), acompañado por un perro, un mono y un
faisán. Ahí, conquista a los malos ogros y se trae sus tesoros, cumpliendo
todos los deberes para con sus padres adoptivos.
Momotaro no se incluyó en el Otogisoshi (los cuentos ilustrados) en el
período de Muromachi (1336-1573) en el que otros cuentos también muy populares
como Issunboshi o Urashimataro fueron encontrados. Más bien, apareció por
primera vez en Akahon, los libros rojos en Kyoho (1716-1735) - el período
medio de la época de Edo - por lo que hay opiniones de que Momotaro es
un cuento relativamente nuevo. No obstante, según la mayoría de los especialistas
Momotaro muy probablemente provenía de la leyenda de la subyugación de
“Oni” que se conserva en el santuario de Kibi en Okayama. El relato dice
que en el siglo Ⅲ a.C. el príncipe real de Baekje llegó al país de Kibi
y perpetró toda clase de atrocidades, por las que el pueblo estaba aterrorizado
llamándolo Oni. La corte imperial de Yamato envió al país de Kibi a Kibitsuhikonomikoto,
un comandante que tenía fama de ser un gran general. Él combatió al príncipe con ayuda de Inukai, el
poderoso clan local, y después de repetidos enfrentamientos sangrientes
finalmente logro aniquilarlo. En resumen, Momotaro refleja la lucha por
conseguir la supremacía entre la corte imperial de Yamato y los coreanos,
que establecieron su autoridad en Kibi y en Izumo, detrás de Kibi, y que
poseían avanzadas técnicas de siderurgia.
Momotaro tiene pocos rasgos pacíficos e idílicos, característicos de los
cuentos populares en general. Esto probablemente por su origen histórico,
es decir por su temática sobre la guerra de invasión, a pesar de que en
los mencionados libros rojos el asunto concreto del Oni fuera omitido de
la historia.
Como era de esperarse, el ilustre Yukichi Fukuzawa, uno de las máximas
luminarias de la época de Meiji, se dio cuenta de este punto inadvertido,
escribiendo en 1871 lo siguiente:
“Se dice que Momotaro fue a la isla de Oni para conseguir sus tesoros y
esto es un acto imperdonable, ya que l os tesoros custodiados por Oni le pertencían. Si fue a apropiarse de un
bien ajeno legitimo sin razón, Momotaro es un mal bicho que debe tratarse
como un ladrón.”
Sazanami Iwaya, que redactó en 1924 “la colección de los cuentos de hadas japoneses” recopilando y modificando los cuentos relevantes hasta la época de Meiji, hizo que Momotaro explicara el motivo de la aventura de Momotaro, aunque no se sabe si conocía la opinión de Fukuzawa: “Estos Oni son malvados y abominables. No obedeciendo a nuestro Emperador perjudicaron a nuestro país, devoraron al pueblo y robaron sus tesoros.”. Esta añadidura fue criticada por los especialistas por considerarla algo superfluo y por haber destruido la estructura antigua del cuento, sin embargo las situaciones sociales de aquel entonces ejercieron de esta forma su influencia sobre Sazanami: en el verano de 1894 la tensión militar entre Japón y China aumentó tanto en la península Coreana que fue inevitable la guerra. Y este texto de Sazanami fue aceptado como el estándar, poniendo la primera piedra para que Momotaro se le considerara como el niño fiel al padre, el Emperador, lo que causó otra crítica dura por parte de Ryunosuke Akutagawa en su novela Momotaro de 1929, donde lo caracterizó como un militar cruel. Según Jyunichi Nomura, el celebrado investigador del cuento popular japonés, no hay ningún relato de hadas con tanta influencia del contexto social como Momotaro. En el próspero tiempo del movimiento proletario se transformó en el niño de la clase obrera, mientras que en el tiempo del militarismo lo hizo en el que conquista a los Kichiku (Oni y bestia), a los estados unidos o a Inglaterra. Probablemente esta sea la razón por la que este cuento no fue admitido en los libros de texto escolares después de la segunda guerra mundial.
「むかしむかし、[.,,] お爺さんは山へ柴刈りに、お婆さんは川へ洗濯にいきました」で始まる「桃太郎」ほど、広く人口に膾炙したおとぎ話はない。桃太郎伝説は岡山、犬山、香川をはじめ、青森に至るまであちこちの土地に残っており、当然多くの偏差が含まれてはいるものの、お婆さんが川で拾ってきた桃が機縁になって男の子が生まれ、立派な男子に育つと、やがて犬、猿、雉とともに鬼ヶ島に渡って悪い鬼を征伐し、宝物を持ち帰ってきたのち、お爺さんお婆さんに親孝行をするという粗筋において、大きな違いはないという。
おとぎ話「桃太郎」が書物に初めて登場するのは江戸中期、享保年間の草双紙赤本で、同じく有名な一寸法師や浦島太郎が収録された室町時代の「御伽草子」には入っていない。そのため歴史の浅い民話と解する説もあるのだが、岡山の吉備津神社に語りつがれる鬼退治の伝説に淵源するという仮説が有力らしい。それによれば、紀元前3世紀、百済から吉備の国に舞いおりてきた王子が、西国の人々を相手に狼藉を重ね、鬼とよばれて恐れられていたところ、大和朝廷から派遣されてきた武勇の誉高い吉備津彦命が、地方豪族犬飼武命の加勢のもと、死闘の末鬼神を滅ぼしたという。つまり「桃太郎」は、吉備の背後の出雲に拠点を築き(「日本書紀」では、出雲大社の祭神大国主命はオニとされている)、すぐれた製鉄技術を備えていた渡来人の勢力と、大和朝廷の覇権争いを反映した、ということになるのだ。
赤本では鬼は怪物とされ、歴史的な具体性を剥奪されているが、このお話が民話特有の悠長な牧歌性に乏しいのは、侵略戦争まがいの素性のせいではないだろうか。明治初期の啓蒙家、福沢諭吉はさすがにそのあたりのことを見逃さなかった。次の指摘は1871年のものである。
「もゝたろふが、おにがしまにゆきしは、たからをとりにゆくといへり。けしからぬことならずや。たからは、おにのだいじにして、しまいおきしものにて、たからのぬしはおになり。ぬしあるたからを、わけもなく、とりにゆくとは、もゝたろふは、ぬすびとゝもいふべき、わるものなり。」
このような言説を意識したかどうかは定かでないが、江戸期までの民話を集大成した「日本昔話」叢書の作者巌谷小波は、桃太郎に鬼征伐の理由をつぎのように語らせている。「その鬼心邪にして、わが皇神のおしえに従わず、かえってこの葦原の国に仇をなし、民を取り喰らい、宝物を奪い取る、世にも憎くき奴にござりますれば」。この改変は贅言であり、昔話の枠組みを破壊する、という批判を専門の研究者から下されているのだが、1894年初夏、朝鮮半島で日清両国の軍事的緊張が高まり、開戦必至という高揚感の中でこの作品が執筆された事情が読みとれる。小波のテクストが、その後の「桃太郎」の定本として受容され、明治期には桃太郎を皇国の子とする通念ができあがった。芥川龍之介は1924年、小説「桃太郎」で主人公を軍国主義者として痛烈に批判しているが、民話研究者の野村純一によれば、桃太郎はその後も、「プロレタリア主義では労働者階級の子、軍国主義では鬼畜米英を征伐する大和男子」として描かれており、これほど時代の影響をもろに受けた民話は他にないという。戦後の教科書に「桃太郎」が採録されなくなったのは、当然のことなのかもしれない。
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