En 1948 en la investigación criminal del homicidio de Teigin (el banco
imperial) en Tokio en el que 12 empleados fueron envenenados con cianuro
para que se robase el dinero, se habló del escuadrón 731 de Manchuria como el responsable de tales actos. También en la década
de 1960 y 70 se publicaron algunos libros sobre este comando. No obstante,
la existencia de esta fábrica asesina se había ocultado en la historia
japonesa hasta que Seiichi Morimura, el novelista policiaco publicó en
la década de 1980 la trilogía de Glotonería del diablo basada en un compendio de noticias de Masaki Shimosato y colaboraciones de ex-miembros de este comando. Según los documentos de Morimura y Tsuneishi, quien publicó el escuadrón 731 de Kodansha en 1995, se resumen los hechos como siguen: Veinte kilómetros
al sur del centro de Harbin en Manchuria se encontraba la base del escuadrón
731, que pertenecía al Ejército de Kanto - una sede local del Ejército
Imperial Japonés. En el recinto amurallado 6 kilómetros a la redonda y
que tenía también un foso, cables eléctricos de alta tensión y alambrada,
se establecieron un aeródromo, alojamiento para 3,000 miembros, una central
eléctrica, una via ferroviaria, instalaciones escolares, numerosos despachos
de investigación, un patio de recreo e incluso un santuario. Se invirtió
un año y medio desde 1938 en su construcción. Las instalaciones a las que
se daba el papel más importante eran las prisiones. Estas tenían capacidad
para unos cientos de presos y eran lo más importante por ser el material
para los experimentos de investigación y desarrollo de armamento biológico
que era el objetivo primordial de este escuadrón.
El escuadrón 731 se llamaba oficialmente el Centro de Investigación, Prevención
Epidémica y Suministro de Agua del Ejército de Kanto, la organización subordinada
al Seminario de Investigación, Prevención Epidémica de la Escuela Médica
del Ejército. Pero el desarrollo del armamento biológico lo propuso el
Teniente General Shiro Ishii, el comandante del Escuadrón 731. Aunque los
Convenios de Ginebra prohibían el uso de armas biológicas a escala internacional,
Ishii argumentó ante el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que era de
primera necesidad el desarrollo de estas armas para Japón por ser un país
pobre en recursos naturales, obteniendo después su autorización. Así, cultivaron
más de 20 clases de microbios, como el de la cólera, la peste, la disentería,
el tétanos, la tifoidea, el carbunco, etc. Ishii le dio importancia sobre
todo a la peste, porque todos los países occidentales la habían excluido
de sus investigaciones por sus atrocidades. El Escuadrón 731 entonces criaba
enorme cantidad de ratas para producir y aumentar las pulgas parasitadas
de peste.
Para la experimentación de las armas aprovechaban a los presos que en
gran parte habían sido capturados por la policía militar de Kanto bajo
acusación de resistencia contra Japón. Estos rehenes variados en sexo, edad y etnia, como rusa, china, mongola y coreana, eran señalados
solo con un número de tres cifras, llamados Maruta (tronco), y eran tratados
más cruelmente que animales. Los marutas eran expuestos al frío extremo
o al calor desmedido generado por una onda de explosión para confirmar
el límite de la resistencia corporal humana. Les eran inyectados agentes
patógenos para observar y registrar el proceso de enfermar, siendo anatomizados
vivos para examinar daños en las vísceras. También los tiroteaban con el
fin de practicarles posteriormente una operación quirúrgica. Al principio
los médicos quedaban abrumados por los gritos terribles de las víctimas
disecadas sin anestesia, pero se acostumbraban pronto a tales escenas sangrientas.
Los ex-miembros del 731 corroboraron que desde 1940 hasta 1945 al menos
3,000 presos fueron asesinados, porque normalmente ellos “consumían” tres
marutas cada dos días.
Los resultados de estas pruebas debían servirse de la práctica de armas
biológicas, lo que era el encargo principal del escuadrón 731. Así, realmente
conforme a la propuesta de Ishii, en 1940 se hizo caer bombas cerámicas
llenas de pulgas con peste sobre Ningbo, una ciudad en la zona central
de China, sacrificando a muchos habitantes. Según el gobierno chino indica,
se repitieron los mismos ataques aéreos más tarde. El escuadrón 731 conservaba
ya suficientes agentes patógenos como para extinguir todos los seres humanos
del planeta, sin embargo el fin de la Segunda Guerra Mundial puso obstáculos
a emplear armas biológicas en la URSS y EE.UU. Antes de regresar a Japón,
Ishii dio la orden de suprimir toda prueba de experimento con humanos vivos;
los documentos, datos y especímenes fueron totalmente incinerados, unos
40 marutas “arreglados” con gas tóxico y los establecimientos destruidos.
Además, se les ordenó a todos los miembros guardar silencio respecto al
escuadrón 731, y dicho sea de paso que las ratones y las pulgas se escaparon,
por lo que se propagó peste en los pueblos de alrededor causando muchos
muertos.
Después de volver a Japón y llevar
una vida clandestina, Ishii fue detenido por el Cuartel General (GHQ) de las
Fuerzas Aliadas. Aunque la URSS le puso una exigencia a EE.UU. de que entregaran
a Ishii para someterlo a un juicio militar, el gobierno estadounidense la
rechazó, y envió a unos expertos de armamento biológico a Tokio quienes se apoderaron
de todos los datos acerca de los experimentos vivos y la investigación de armas
bacteriológicas, dándoles en compensación a Ishii y a sus colegas la absolución
de sus crímenes de guerra. Ahora no es claro si EE.UU. utilizó estos datos en
la guerra de Corea, porque hay varios pareceres. Así, todos los interesados del
escuadrón 731 retornaron a la sociedad japonesa de la posguerra como unas
autoridades de la medicina o la farmacología sin reproche. Los crímenes
imperdonables cometidos contra la moralidad quedaron en olvido en Japón sin que
alguna persona asumiera su responsabilidad; la evasión de su pasado durante la
Segunda Guerra Mundial es la manera japonesa, en contraste con la alemana que confrontó
sinceramente los crímenes cometidos por los Nazis como asunto propio.
Glotonería del diablo fue sometida a duras críticas inmediatamente después de su publicación.
Sobre todo por haber aparecido primero como una serie en “Bandera Roja”, el órgano informativo
del partido comunista japonés, mucha gente se inclinó a considerarlo propaganda
política basada en la exageración unilateral de la realidad. Morimura publicó
entonces la edición revisada, confrontando su documentación con estas críticas
y corrigiendo algunas datos. Además se editaron entonces unos libros como
el dicho de Tsuneishi, que corroboraron el documento de Morimura. Por eso
es difícil ahora negarlo totalmente. Al fin se añade lo que el autor dice
acerca de los horribles crímenes del escuadrón 731. “No serían más extraordinarias
ni crueles, una vez que nosotros estemos obsesionados por la locura de
la guerra. Si volviera a ocurrir la guerra y estuviéramos en la misma situación,
podríamos cometer delitos tan feroces y inhumanos repetidas veces.”
満州第七三一部隊は、1948年東京で12人の銀行員が青酸カリによって毒殺され、,現金が奪われた「帝銀事件」の際に、捜査対象としてその名が挙げられ、また60年、70年代には散発的に関係書が著されている。だが、1980年代に推理作家森村誠一が下里正樹の取材に基づき、旧隊員の協力をえて光文社からドキュメント『悪魔の飽食』を出版するまで、陰惨な殺人工場だったこの組織の存在は昭和史の裏面に秘匿されていた。以下、森村のドキュメント三部作と、その後出版された『七三一部隊』(常石敬一、1995、講談社)を基にその実態を要約しておきたい。
ハルビン市中心部から20キロ南に、関東軍の特別軍事地域、満州第七三一部隊の基地が存在した。土塀、空堀、高電圧電線、鉄条網に囲まれた6キロ四方の敷地には、飛行場、3000人の起居する宿舎群、発電所、鉄道引込線、教育施設、多数の研究室、運動場、神社など、1938年から建設におよそ一年をかけた施設が立ちならんでいた。そのうちもっとも重要な役割を与えられていたのが、百人を収容する監獄だった。生物兵器の開発、実用化を至上命題とするこの部隊にとって、収容された捕虜は生体実験の貴重な材料だったからだ。
七三一部隊は関東軍防疫給水部本部を正式名称とする、陸軍軍医学校防疫研究室の下部組織だが、生物兵器の開発は七三一部隊の創設者である石井四郎中将の発案だった。当時ジュネーブ協定によって生物兵器の実用は国際的に禁じられていたが、石井軍医は資源の乏しい日本に必須の武器として軍の上層部に訴え、その認可を得たのである。ここで培養された細菌は、コレラ、ペスト、赤痢、破傷風、チフス、炭疽菌など20種を越える。石井軍医が特に重視したのはあまりの殺傷力の強さから、欧米各国が研究対象から外していたペストで、部隊はペスト菌の寄生したノミを培養すべく大量の鼠を飼育していた。
これらの生物兵器の生体実験に利用されたのが、関東軍憲兵 隊によって反日抗戦で捕まった愛国者を主体とする捕虜だった。ロシア人、中国人、モンゴル人、朝鮮人など、民族、性別、年齢を異にする捕虜たちは三ケタの番号を付され、マルタ(丸太)と呼ばれて、まさに物扱いされていた。マルタは人間の生理的抵抗力の限度を試すため極寒や、爆風の高熱などに晒したり、生菌を注射して病の発症過程を観察記録したり、内臓の損傷などを調べるため生体解剖に用いたのだ。実弾を浴びせたのち、手術の練習用に解剖するような事例もあったらしい。モルヒネを使わずに生身を刻まれる犠牲者の苦悶の凄まじさに当初震撼した医師たちも、やがて何の感興も覚えなくなるという。マルタは二日に三人が「消費」され、1940年から45年にかけて七三一部隊が殺した俘虜は3000人を越えるだろうとは、元隊員たちが一致して証言するところだ。
これらの実験の「成果」は、七三一部隊の本来の任務である生物兵器の実用化に活かされるはずだった。そして実際、1940年には中部の都市)寧波の上空で、石井軍医の提案に基づき、ペスト菌で汚染したノミを詰めこんだ陶器製の爆弾を投下し、中国の民衆の間に多くの犠牲者を出している。中国政府の指摘によれば、その後も同様の試みが重ねられている。七三一部隊が保持していた細菌は、すでに地球上の人類すべてを死滅させるだけの規模に達していたが、1945年8月の終戦によって、ソ連、アメリカに対して生物兵器を用いることは阻まれた。七三一部隊は日本へ引きあげるにあたり証拠湮滅のため、施設を爆破、生体実験の証拠となるすべてのデーターや標本を焼却、40名ほどのマルタ全員を毒ガスで「処理」したのち、石井軍医は部隊の成員に緘口令を敷いた。なお、七三一部隊の施設からこの時逃げだしたネズミとノミが原因で周囲の村にペストが蔓延し、百名以上の死者が出たという。
戦後地下に潜んでいた石井軍医は、GHQによって身柄を拘束される。ソ連も軍事裁判にかけるべく石井の引きわたしを求めるが、アメリカ政府はこれを退け、本国の生物兵器専門家を派遣して人体実験や細菌研究の情報をことごとく回収、その代償として石井軍医に戦犯免責を与えた。これらのデータをアメリカが朝鮮戦争時に利用したかどうかは、諸説があって定かではない。こうして七三一部隊の関係者はすべて、戦犯の扱いを受けることなく、戦後の社会に薬学や医学の権威として堂々と復帰していったのである。人道上決して許されない犯罪の責任が、もののみごとに雲散霧消してしまったのだ。ナチズムの犯した犯罪と誠実に向きあおうとしたドイツとは対極的な、日本の戦争処理の曖昧さを示す事例のひとつと言えよう。
『悪魔の飽食』は、発表直後から激しい非難を浴びた。特に当初このドキュメントが日本共産党の機関紙「赤旗」に連載されたことから、これを事実の一面的な誇張に基づく政治的プロパガンダとする声が強かったのである。森村はこれらの批判に基づき幾つかの事実を修正したうえで、版を改めており、またその後常石の上述のものをはじめ、幾つかの著書が森村の主張を裏付けているため、少なくともこれを全面的に否定することは、今ではできなくなっている。最後に森村自身が読者らに与えた警告を添えておきたい。
「人間が戦争という狂気に憑りつかれた時、それは異常でも残酷でもなくなる。[…]再び戦争が起きて同一状況下におかれれば、われわれも同じ残酷外道の所業を何度でも累ねることができるのである。」
|